Un universo imaginario, donde lo orgánico y lo fantástico se unen para crear objetos cotidianos: lámparas, jarrones, candelabros, cuencos... Formas reconocibles con una decoración marina y vegetal nacida de la imaginación de los artistas de Lladró. En unas ocasiones, la delicadeza de la porcelana blanca se ve resaltada con tonalidades grises, verdes y azules. En otras, la decoración en blanco o con lustre dorado combina los acabados brillo y mate. Un sugerente viaje al aspecto onírico de la naturaleza.